000 06983nam a2200709 4500
003 AR-RoUNA
020 _a0-8213-2893-X
022 _a0271-1737
040 _aAR-RoUNA
_bspa
_dAR-RoUNA
041 _aspa
_heng
044 _aag
110 _aEstados Unidos de América. Washington.
_bBanco Mundial. Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento.
_926290
245 _aInforme sobre el Desarrollo Mundial 1995
_b: el mundo del trabajo en una economía integrada.
250 _a1a. ed.
260 _aWashington D.C. (Estados Unidos de América):
_bBanco Mundial,
_c1995.
300 _a275 p.
_bCuadros
_bfiguras
_bCuadros estadísticos
_bmapas
_c27x20 cm.
504 _ap. 145
505 0 _tINDICE
505 0 _tDEFINICION Y NOTAS SOBRE LOS DATOS
505 0 _tPANORAMA GENERAL
505 0 _a1. Un mundo dedicado al trabajo. p. 11
505 0 _tPRIMERA PARTE
505 0 _t¿QUE ESTRATEGIAS DE DESARROLLO SON BENEFICIOSAS PARA LOS TRABAJADORES?
505 0 _a2. El crecimiento económico y su repercusión en los trabajadores. p. 20
505 0 _a3. Hogares, crecimiento y empleo. p. 28
505 0 _a4. Formulación de políticas y demanda de trabajo. p. 36
505 0 _a5. Capacitación para el desarrollo. p. 42
505 0 _a6. Los mercados, la mano de obra y la desigualdad. p. 48
505 0 _tSEGUNDA PARTE
505 0 _tLA INTEGRACION INTERNACIONAL: ¿OPORTUNIDAD O AMENAZA PARA LOS TRABAJADORES?
505 0 _a7. Surgimiento de un mercado mundial de trabajo. p. 58
505 0 _a8. Cambios en la división internacional del trabajo. p. 63
505 0 _a9. La movilidad del capital: ¿bendición o maldición?. p. 70
505 0 _a10. La migraciones internacionales. p. 75
505 0 _tTERCERA PARTE
505 0 _t¿COMO DEBERIAN LOS GOBIERNOS INTERVENIR EN LOS MERCADOS DE TRABAJO?
505 0 _a11. Políticas estatales y normas laborales. p. 82
505 0 _a12. El papel de los sindicatos. p. 93
505 0 _a13. EL problema de la inseguridad de los ingresos. p. 101
505 0 _a14. El estado como empleador. p. 107
505 0 _tCUARTA PARTE
505 0 _t¿QUE POLITICAS PUEDEN AYUDAR A LOS TRABAJADORES EN EPOCAS DE GRANDES AMBIOS?
505 0 _a15. Modelos de reforma. p. 114
505 0 _a16. Ganadores y perdedores. p. 120
505 0 _a17. Reestructuración del empleo. p. 126
505 0 _tQUINTA PARTE
505 0 _tPERSPECTIVAS PARA LOS TRABAJADORES EN EL SIGLO XXI
505 0 _a18. Políticas para mejorar las perspectivas de los trabajadores. p. 136
505 0 _aApéndice: Estadísticas internacionales del trabajo. p 163
505 0 _tINDICADORES DEL DESARROLLO MUNDIAL
505 0 _aRecuadros
505 0 _aGráficos
505 0 _aCuadros
505 0 _aCuadros del apéndice
520 _aEste Informe resulta aún más oportuna hora que se hacen sentir cada vez más las repercusiones de dos tendencias mundiales bien definidas: la disminución de la intervención del estado en el funcionamiento de los mercados y la creciente integración del comercio, los flujos de capital y el intercambio de información y tecnología. En este ambiente de profundos cambios, las presiones de la competencia mundial influyen de manera crucial en las decisiones importantes que se adoptan con respecto a los salarios y las condiciones de trabajo. La dura realidad del mercado mundial se refleja en el alto precio que pagan los países cuyas políticas fracasan -fluctuaciones monetarias, reducción de la participación en el mercado y, en última instancia, variaciones de los niveles de remuneración y de empleo. Para algunos el nuevo mercado mundial de trabajo es una fuente de oportunidades en la cual la diligencia y el esfuerzo encuentran rápidamente su recompensa; otros consideran que los cambios que están ocurriendo constituyen una amenaza a su seguridad, y en algunas partes del mundo industrializado y en desarrollo el proteccionismo está lejos de haber sido derrotado. Las conclusiones más importantes de este Informe son las siguientes: En primer lugar, y de acuerdo con investigaciones anteriores -en particular las que sirven de base al informe sobre el desarrollo mundial 1990- se hace incapié en que los trabajadores de todos los países y, sobre todo, los de los más pobres, se beneficiarán si el crecimiento económico conduce a un aumento de la productividad y está impulsado por inversiones atinadas, no solo en infraestructura sino también en salud y educación. En segundo lugar, la mayor integración de las economías -incluso como resultado de las migraciones- puede beneficiar a los trabajadores de los países tanto pobres como ricos. No obstante, los gobiernos tienen un importante papel que desempeñar para ayudar a los trabajadores que resulten perjudicados por los cambios de modalidad del comercio y los flujos de capital. No se trata sólo de establecer redes de protección social sino de ayudar a los trabajadores a hacer frente a esos cambios. En tercer lugar, muchos países han adoptado políticas laborales erróneas que han favorecido a los trabajadores que ya tienen buenos empleos a expensas de los que se encuentran en las zonas rurales y el sector informal de la economía, así como de los desocupados. Corresponde claramente a los gobiernos establecer los marcos jurídicos y normativos en los cuales los sindicatos y las empresas puedan actuar, y velar por que esas normas les alienten a hacer una contribución positiva al desarrollo. Le corresponde también definir las normas mínimas de trabajo y combatir la explotación y la discriminación. Una buena política laboral es la que está de acuerdo con las leyes del mercado y evita conceder protecciones y prerrogativas especiales a determinados grupos de trabajadores a costa de los más pobres. Por último, las reformas económicas beneficiarán a los trabajadores a medida que los Estados abandonen la planificación centralizada y el proteccionismo en favor de un sistema de mercado y de una mayor apertura en sus relaciones comerciales. No obstante, el cambio puede tener consecuencias abrumadoras, ya que el empleo y los salarios suelen disminuir tempranamente y los trabajadores se ven obligados a cambiar el empleo. En esas etapas de transición sigue siendo necesario que los gobiernos apoyen firmemente a los trabajadores y a sus familias. Uno de los objetivos de este Informe es promover un debate amplio e informado sobre estos temas, que suelen ser controvertidos. Otro, aún más importante, es inspirar cambios de políticas que permitan crear un mayor número de empleos apropiados. Después de todo, el trabajo es la única base sobre la cual los países y sus habitantes pueden forjar un futuro próspero y duradero. James D. Wolfensohn. Presidente Banco Mundial
650 _aEcomomía
650 _aTrabajo
908 _aImp
942 _2udc
_cLIB
945 _d2024-04-04
980 _65
_aMaría Machado
_85
_gMaría Machado
999 _c11403
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