Buenos Aires, burocracia y urbanismo : más allá de las autopistas / P.H. Randle.

INDICE

I. URBANISMO Y DEMOLICION

II. UNA ENTELEQUIA URBANA

La experiencia ajena

Un código subordinado al automóvil

Soluciones integrales

III. LA LECCION DE BOGOTA O LAS AUTOPISTAS INCONCLUSAS

IV. LOS "HACEDORES" DE CIUDADES

Teoría y práctica

El urbanismo contemporáneo

El respecto de las normas

Prioiridades

¿Necesidades reales?

Soluciones integrales

V. OBJECIONES CONCRETAS

Costo social

Incoordinación

Efectos negativos

Objeciones técnicas

Otras prioridades

Ignorancia de la experiencia ajena

VI. UNA CUESTION DE BIEN COMUN

VII. UNA CIUDAD SIN PLAN REGULADOR

VIII. BUROCRACIA Y PARTICIPACION

IX. EL PROBLEMA INTEGRAL DEL TRANSPORTE. DE LAS AUTOPISTAS AL AEROTREN

X. EL DESAFIO DEL GRAN BUENOS AIRES

Se ha dicho que las obras emprendidas para la construcción de dos autopistas urbanas en Buenos Aires han requerido la expropiación de más de 3.000 propiedades (en su mayoría viviendas), que no es verdad que será financiada por el cobro de peaje (que jamás alcanzará a pagarlas) sino por la comunidad toda independientemente de que las use o no; que con esa inversión se podría han ampliado en un 50% la red de subterráneos y que de continuarse el plan, erogaría 5.800 millones de dólares con los cuales podrían construirse 300.000 departamentos de tres ambientes (para 1.200.000 habitantes) o 15.000 kilómetros de rutas. en cambio se ha inferido un daño a Buenos Aires, comparable al terremoto de Managua; se han dejado 150.000 personas sin vivienda en una ciudad donde el déficit habitacional es grave, barrios coherentes han que dado mutilados y la factibilidad del plan reposa en el consumo en gran escala de combustible precisamente en momentos en que la crisis del petróleo se ha instalado en el mundo. Más allá de este problemático plan de autopistas, más allá de las cuestiones inherentes al transporte público y privado, la experiencia de todo el asunto indica la necesidad de que la población se informe, medite, se forme un juicio objetivo del mismo y exija una leal participación en decisiones que le afectan directamente. En un país cuyo sistema representativo ha sido puesto en tela de juicio con sobrados motivos,esta experiencia podría dar lugar a fórmulas de participación funcional más imaginativas, más allá del esquema de poder circunscripto a solamente los partidos políticos.